El subsector agropecuario se define como el conjunto de actividades agrícolas y ganaderas
que componen el sector primario en economía. Sus prácticas productivas se conocen como
unas de las más antiguas y de mayor relevancia en la economía del mundo rural. Se trata
del principal motor económico de dicho mundo puesto que, además de integrar los
eslabones iniciales de una cadena de producción robusta y con gran potencial de
crecimiento para el ciclo económico, provee productos esenciales para la satisfacción de las
necesidades básicas, el desarrollo y el bienestar de las personas.
En Colombia, la actividad agropecuaria presenta índices de volatilidad altos 1 debido a las distintas
situaciones asociadas a las decisiones del Estado, los actores primarios, el desplazamiento forzado de
familias campesinas y las situaciones coyunturales que se han presentado a través del tiempo. Las
manifestaciones de inconformismo son cada vez más frecuentes, el desarraigo de los agricultores y
ganaderos es mayor al encontrar un sector potencialmente importante pero bastante golpeado, donde
el retorno de la inversión por diferentes factores ha llegado a niveles de deficiencia altos que impiden
su progreso. La venta de productos a precios bajos y otras dinámicas sociales adoptadas por los
productores se han convertido en una forma de subsistir ante un sistema desigual entre costos de
producción y precios de venta 2 .
Sin embargo, existen puntos de partida que promueven la agricultura y la actividad
ganadera eficiente. Por ejemplo, economías con un apoyo adecuado, una participación
activa del Estado y la implementación de procesos investigativos y nuevas tecnologías
siempre serán aspectos tendientes a fortalecer el sector agropecuario (Berry, 2017). Los
sistemas colectivos o de colaboración entre pequeños agricultores también son una
1 De acuerdo al “Análisis de la productividad del sector agropecuario en Colombia y su impacto en temas
como encadenamientos productivos, sostenibilidad e internacionalización, en el marco del programa
Colombia Más Competitiva”, de Fedesarrollo, Colombia presenta altos índices de volatilidad en precios,
riesgos asociados al cambio climático y desafíos cambiarios, pilares fundamentales a tratar para mejorar la
eficiencia del mercado agropecuario.
2 El Tiempo.com muestra el acto simbólico que lideraron campesinos de un corregimiento de Medellín como
protesta contra las pocas garantías que tienen para comercializar su cosecha. Por ejemplo: el cilantro por kilo
cuesta unos 1200 pesos. Esa misma cantidad se la compran a ellos por un valor que oscila entre los 300 y los
1000 pesos, por lo que en el acto prefieren regalarla.
estrategia clave para resolver problemáticas como la falta de capacidad para adquirir
maquinaria que, con uso eficiente, permitiría estándares óptimos de productividad.
En observancia de lo expuesto anteriormente, el H. S. Rodrigo Villalba Mosquera
trae a colación la importancia de la dinámica económica de los agroinsumos para el proceso
productivo del sector primario en Colombia, problemática que catalogó como: “El grito de
la desesperación de los agricultores”, s. Según Villalba:
A los agroinsumos se les dispararon sus precios y eso hace que [el sector primario] no sea
competitivo. El único que es rentable todavía es el café, por la coyuntura, por los precios altos
internacionales del grano; pero cuando vuelva a sus precios normales va a quedar muy maltrecha esa
relación de rentabilidad. Por tanto, estamos mirando cómo creamos un Observatorio Nacional de
Agroinsumos, para incentivar a los productores con recursos, permitiendo que se puedan importar
directamente con arancel cero y fomentando la producción de agroinsumos en Colombia 3
En la misma vía, el H. S. Miguel Ángel Barreto Castillo menciona el arduo trabajo
que se ha realizado en la Comisión Quinta Constitucional en pro de los campesinos y el
ciclo productivo agropecuario, desde la adquisición de los agroinsumos hasta aquellos
eslabones que componen el proceso de producción. Según el senador Barreto:
Los campesinos en Colombia tienen todo nuestro respaldo. Nosotros hemos trabajado en la Comisión
Quinta por ellos, por las vías terciarias, por los costos de los insumos agropecuarios, que es lo que los
campesinos nos requieren, cada vez que hablamos con ellos, para la competitividad del sector
agropecuario. Todos los colombianos tenemos familiares campesinos; todo nuestro compromiso,
todo nuestro trabajo por ellos y, por supuesto, todos los derechos se los merecen. 4
Aunque Colombia es un país con ventaja competitiva en recursos naturales, ha
evidenciado la existencia de factores negativos que impiden generar un desarrollo y
progreso óptimo del sector primario. Sus principales actores, por ejemplo, han manifestado
a través del tiempo su inconformismo frente al actuar del Estado. Sin embargo, como
respuesta a ese conjunto de reclamaciones, se han logrado importantes avances en el
Legislativo. El reconocimiento al campesino como sujeto de derechos es uno de los más
relevantes. De acuerdo a la H. S. Sandra Liliana Ortiz Nova:
Este proyecto ha sido uno de los más importantes ya que otorga reconocimiento y estatus al sector
campesinado. Es un buen mensaje para el país y para nuestros campesinos, que sientan que el campo
3 Honorable senador Rodrigo Villalba Mosquera.
4 Honorable senador Miguel Ángel Barreto Castillo.
sí vale la pena, que es la segunda empresa más grande de Colombia, con 5.6 millones de mujeres
campesinas que están allá abandonadas y es urgente tomar medidas a su favor. 5
Existen varios tipos de producción que permiten fortalecer distintos sectores de la
economía. En este caso, es preciso mencionar la importancia de fortalecer la labor del
campesinado desde un punto de vista económico, de modo que supere sistemas como el
extractivista (Berry, 2017) para desplazarse hacia una producción agropecuaria sólida. Así
lo manifiesta el senador Julián Gallo Cubillos:
Son dieciséis millones de colombianos que se reconocen como campesinos; es decir, el 30 % de la
población. Si esos campesinos tuvieran ese reconocimiento especial, habría la posibilidad de que
Colombia transite hacia una economía de producción agropecuaria y se aleje de esa economía
extractivista. El campesinado durante la pandemia nos demostró que está en capacidad de producir la
comida que consumimos los colombianos, y eso nos da no solamente autosuficiencia alimentaria,
sino también soberanía alimentaria. 6
El H. S. Luis Iván Marulanda Gómez, por su parte, resalta:
Se ha trabajado en varios proyectos para la región. Hay temas sobre todo en el ámbito campesino: el
de la asociatividad campesina, el de la titularización de pequeños predios, el de los insumos
agropecuarios. Un proyecto que fue presentado por el Ministerio, el proyecto de reforestación, y un
proyecto muy importante que presentó un representante a la Cámara, que apoyaremos seguramente,
que también hace referencia a todo lo que hemos venido moviendo estos tres años, el proyecto de
economía campesina. 7
Ante este gran potencial del sector primario de Colombia es preciso traer a colación
la eficiencia, un aspecto clave en economía que en el sector agropecuario se define como
lograr la máxima producción por unidad de tierra, lo que se puede resumir como economía
a escala. Sin embargo, en la actividad económica agropecuaria ese puede resultar un
concepto equívoco puesto que se puede entender como la necesidad de implementar
unidades grandes de tierra para aumentar la productividad agregada. Esta idea ha sido
refutada en distintas investigaciones según las cuales a menor cantidad de tierra mayor es la
productividad.
5 Honorable senadora Sandra Liliana Ortiz Nova
6 Honorable senador Julián Gallo Cubillos
7 Honorable senador Luis Iván Marulanda Gómez
Distintos factores juegan a favor de esta teoría: contar con un área de tierra pequeña
obliga a desarrollar estrategias de potencialización y productividad más consolidadas en
comparación con las grandes extensiones de tierra; la selección de productos para los
campesinos que poseen menor cantidad de hectáreas se convierte entonces en un proceso
estratégico; los propietarios de las tierras más grandes, por su parte, normalmente se
dedican a actividades ganaderas, no habitan en el mismo lugar y por tanto su capacidad de
manejo de operaciones es complicada.
Sin embargo, es contraproducente hacer hincapié en la economía rural,
específicamente en el sector primario, desconociendo la convergencia con variables
indispensables como la calidad de vida de los campesinos (Berry, 2017)). Un indicador que
contribuye a determinar la eficiencia económica estrecha es el PTF (productividad total de
factores), que basa su análisis en la premisa relacionada con la existencia de determinada
actividad económica y su contribución al crecimiento del PIB, calculada bajo el supuesto de
“mercado perfecto”. Sin embargo, tal indicador ha sido criticado con argumentos enfocados
en la necesidad de contemplar variables económicas y sociales como la distribución de
ingresos, el empleo, la seguridad económica, la educación y otros determinantes de
bienestar social que permiten precisar con mayor claridad el potencial de un sector.
Además, para el subsector agropecuario es necesario analizar la eficiencia
contemplando las posibles diferencias que dan ciertas ventajas naturales a un grupo. Por
ejemplo: la calidad de la tierra, la infraestructura, la tecnología y las técnicas
implementadas, así como las diferencias entre los agricultores y sus características
personales.
Es por esto que la H. S. María del Rosario Guerra de la Espriella apoya en el
Legislativo los proyectos relacionados con el sector primario y la calidad de vida no solo de
los campesinos, sino de la población a nivel general:
Se debe pensar en la calidad de vida en general. Siempre son valiosos los campesinos, no solo para la
comunidad agrícola, también para la vida en general. Lo que aquí no podemos seguir es ignorando
que tienen que mejorar sus condiciones de vida, y que tiene cada día que organizarse su propiedad
rural. Además, hay que articularlos a los flujos económicos y comerciales. Nuestro compromiso es el
apoyo a todo el grupo de la población campesina. 8
8 Honorable senadora Maria del Rosario Guerra.
La calidad de vida se mide por las condiciones que contribuyen al bienestar social y
personal de un individuo. Siendo así, en la actualidad se compilan cientos de variables que
conforman la pirámide de Maslow, de acuerdo a las exigencias determinadas en los
diferentes segmentos de la sociedad (necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales, de
estima/reconocimiento y de autorrealización), según la historia, las distintas problemáticas
que enfrenta la población y la prospectiva regional de desarrollo y progreso. La H. S.
Paloma Susana Valencia González, inquieta por la estabilidad de las mujeres y en especial
de las madres cabeza de hogar, presenta el siguiente aporte:
Tengo radicado un proyecto muy importante que reforma el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar y que crea la posibilidad de acompañamiento a las madres cabeza de hogar en el país, que
han estado muy olvidadas. Es un programa que se llama Estado Contigo, que busca crear bases de
datos para que la gente pueda encontrar a las madres cabeza de hogar que no tienen empleo.
Colombia tiene que avanzar en la consolidación de la agenda total para que las mujeres puedan
trabajar. Necesitamos un sistema de cuidado que atienda las necesidades de las mujeres cabeza de
hogar y programas de acceso a electrodomésticos que pueden simplificar el trabajo de ellas y pueden
significar la liberación de tiempos para sí mismas, sus familias y su formación individual. 9
En la misma línea, la H. S. Milla Patricia Romero Soto manifiesta su apoyo a la
causa de la estabilidad de las mujeres y sus familias a largo plazo:
He radicado quince proyectos de ley en a presente legislatura, Debo resaltar el proyecto de “derecho
a nacer”, que busca ayudar a las mujeres embarazadas y a las familias que reciben un bebé para
defender la vida como un valor absoluto. También hemos radicado proyectos para ayudar a las
mujeres que durante veinte años se dedican al cuidado de sus hijos, de su hogar, y qe después quedan
desprotegidas a la hora de un divorcio, para que la mujer pueda participar de la pensión del cónyuge 10
Por otra parte, el H. S. John Harold Suárez Vargas apoya los derechos y la calidad
de vida desde una perspectiva enfocada en la educación y el deporte, variables
fundamentales para el desarrollo integral de los seres humanos, quienes son al final de
cuentas eje estratégico en cualquier ciclo productivo de la economía. De esta manera,
cuenta el senador Suárez:
Yo pienso que lo más importante, y no solamente para mi región sino para Colombia, es la matricula
cero: en 63 instituciones de educación superior los estudiantes no tendrán que pagar un solo peso.
9 Honorable Senador Santiago Valencia González
10 Honorable Senadora Milla Patricia Romero Soto
¿Qué garantiza esto? Que ningún padre de familia humilde, trabajador informal o madre cabeza de
hogar tenga que preocuparse por la educación de sus hijos. De este modo, su hijo puede ser médico,
ingeniero, la carrera que quiera, con la matricula cero. Ha sido la discusión más grande que hemos
dado en este Congreso y que el Gobierno Nacional ha acogido con cariño. Además, hay otro tema
importante, la promoción y prevención, los PIC (planes de intervenciones colectivas), para que la
gente tenga más consciencia de la actividad física. El deporte es una posibilidad que todos debemos
tener, las personas en condición de discapacidad nos lo enseñan. 11
Por su parte, la H. S. María Fernanda Cabal Molina busca aumentar la calidad de vida de
los colombianos en situaciones cotidianas o laborales y en relación con el medio ambiente:
Hay un proyecto que ya salió y es importante sobre el GLP (gas licuado propano). Las estaciones de
gasolina y de gas ya empezaron a transformarse en estaciones de GLP. En la Costa, por ejemplo, en
donde hay taxis que antes llenaban su tnque a un costo de 50 000 pesos, hoy el GLP reduce ese gasto
a 12 000. Eso significa ahorro y mejoramiento de la calidad de vida. Ya empezaron a cambiarse
motores de 2000 taxis en Barranquilla, sé que va a hacerse en Cartagena y de ahí también se van a
transformar mil camiones. Ya hay un puerto para el suministro del GLP, que además ayuda a que las
personas que aún cocinan con leña puedan tener el suministro de gas, lo cual mejora su salud y
contribuye al cuidado del medio ambiente. 12
De esta manera, se evidencia que el Senado de la República de Colombia atiende
distintas líneas de trabajo que se especializan en brindar soluciones óptimas a problemáticas
específicas que en cierto punto convergen mediante la sinergia de un factor con otro. Esto
genera una correlación que desemboca en el dinamismo y la estabilidad económica de
Colombia.
En la materia particular del artículo, el subsector agropecuario presenta alto
potencial económico y dinámico. Con una intervención y apoyo eficiente por parte del
Estado se fortalecerían aspectos clave para su posicionamiento global. La inversión en
investigaciones, tecnología, infraestructura y tecnificación del agro debe seguir siendo
prioridad en la agenda nacional. Esto aseguraría un sistema de extensión amplio,
aumentaría los ingresos, mejoraría la calidad de vida y dinamizaría el ciclo productivo del
sector primario, con lo cual se respondería adecuadamente a la demanda, las necesidades y
las exigencias del mercado.
11 Honorable senador John Harold Suárez Vargas
12 Honorable senadora Maria Fernanda Cabal Molina
Por tanto, el Legislativo, de manera prospectiva, debe seguir apostando por incluir
temáticas de desarrollo para el sector primario en la Agenda Legislativa. Para eso debe
involucrar a las comunidades afectadas y a actores fundamentales, además de a expertos
que propongan ideas para la trazabilidad y medición del estado del sector, con el fin de
tomar medidas en los momentos pertinentes para la mitigación de externalidades negativas.
Referencias
Berry, A. (2017). Avance y fracaso en el agro colombiano, siglos XX y XXI. Bogotá:
Universidad del Rosario.